domingo, 27 de diciembre de 2015

Falso debate socialista

Cuando nos enfrentamos a la parálisis total del país en uno de sus momentos más complicados, el principal partido de la oposición, PSOE, se dedica de nuevo a mirarse el ombligo. El supuesto motivo que ha desencadenado la crisis interna de los socialistas es su posición a votar en contra de la investidura de Rajoy como presidente y el rechazo a aceptar el requisito de Podemos de un Referéndum en Cataluña para formar un gobierno de izquierdas.

Desde el primer momento Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y líder del partido en la oposición, ha manifestado claramente su idea de votar no a la investidura de Rajoy como también ha sido claro con Podemos. Sin embargo desde las filas del partido socialista no han dudado ni un segundo en cuestionar la autoridad del señor Sánchez.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, encabeza la negativa que está generando tanta polémica en los medios de comunicación arropada por otros líderes socialistas. La Presidenta ha sido clara y rotunda en sus declaraciones. El problema es que no distan mucho del pensamiento de Pedro Sánchez pero si han dan lugar al debate en uno de los peores momentos para el socialismo español.
El PSOE ha pasado de de 110 escaños a 90, ha perdido votos en todas las Comunidades Autónomos, incluso en la gobernada por Susana Díaz que presume de los buenos resultados en Andalucía. Se enfrentan a dos meses difíciles en cuanto a política de pactos. Para dialogar con Podemos ambas formaciones se van a poner trabas y pactar con el PP supondría la pérdida total de su electorado. A esto se le suma la incertidumbre del qué pasará y si se volverán a repetir las elecciones.


Mientras todo eso fluye en el exterior y la ciudadanía vive preocupada por las consecuencias que pueda tener para su futuro, los socialistas, una vez más, dan la espalda y se encierran en una nueva lucha de poder. En vez de apoyarse mutuamente y dar la imagen de una oposición fuerte con un líder arropado, se cuestionan los unos a los otros. La realidad es que la verdadera preocupación es el aplazamiento del congreso ordinario a la espera de qué va a suceder. Puede parecer lógico pero cuando se está más pendiente de ocupar un nuevo cargo o conservar el que se tiene, las luchas de poder pueden quitar el sueño. 

viernes, 25 de diciembre de 2015

¿Posibles coaliciones o próximas elecciones?

Es época de incertidumbre en el ámbito político. El 20D se produjo un cambio quedando clara la pluralidad en las urnas. Esa misma pluralidad ha llevado al enigma de quién será investido el próximo presidente y ha abierto la llave de los posibles pactos.  La lucha por los votos necesarios para la investidura va a dar mucho de sí.

Son variadas las alternativas para la formación de gobierno. Tres son las que tienen más peso. La primera Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C`s). Un pacto lógico y reconocido por ambas formaciones con la misma ideología política. Hasta pocos días antes de las elecciones Albert Rivera, líder de C´s, negaba lo evidente pero acabó admitiendo que facilitaría la investidura a los populares por el bien del país. El inconveniente es que sumando los escaños de los dos partidos al PP no le llegan los números para llegar a la mayoría. Al quedarse en una mayoría simple necesitan la abstención del segundo partido con mayor número de votos, PSOE.

La segunda alternativa, el pacto entre las formaciones que representan a la izquierda. Éstas son el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Podemos y Unidad Popular (UP),  con ayuda de alguno de los partidos nacionalistas. Sin embargo llegar a un acuerdo entre los tres se está complicando. Podemos ha impuesto una serie de requisitos, medidas tomadas de su programa electoral, para investir al líder de los socialistas, Pedo Sánchez, nuevo presidente de España. El requisito que ha generado toda la polémica es el Referéndum en Cataluña. Como en la pasada legislatura la independencia de Cataluña representa uno de los problemas fundamentales a resolver. Desde las filas del PSOE llueven las críticas y han salido a la luz las primeras voces abogando por su rechazo.

Por último, la tercera opción es el pacto antinatural PP y PSOE. Mariano Rajoy no dudó ni un segundo en pedir coherencia al PSOE a su favor cuando desde el primer momento Sánchez ha dejado clara su postura de votar en contra.



lunes, 21 de diciembre de 2015

Reflexión tras el 20D

Hoy me parece un día estupendo para abrir un nuevo blog, más si es mi blog. Ayer, 20 de diciembre,  fue un día importante para la democracia en España. Tuvieron lugar las XI elecciones a las Cortes Generales. Los españoles tuvimos la llave para cambiar el panorama político del país. Se presentaban como las elecciones que marcarían un antes y un después.

La historia de España está marcada por el bipartidismo. Desde 1982, año en que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganaría por primera vez las elecciones con Felipe González al frente (en 1977 y 1979 Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez, fue el partido ganador) se han sucedido los dos partidos mayoritarios en el poder, Partido Popular (PP) y PSOE.

En 2011 el PP logró obtener la mayoría absoluta. Se presentaron como la gran solución a la de España  que se venía enfrentando desde un par de años antes a la famosa crisis. José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), predecesor en el cargo en la anterior legislatura, quiso negar el hecho  del comienzo de una crisis a nivel mundial dejándolo en una falacia y puro catastrofismo. Los populares supieron aprovechar el tirón de la mala gestión con una agresiva campaña. Ellos iban a ser los salvadores del país, la solución a todos los males de población la española.  Presentaron un programa electoral de ensueño pero cuando llegaron al poder se desvaneció el humo y mostraron lo que realmente son. Contra todo pronóstico esperanzador desde 2011 se han vivido los peores cuatro años de la democracia española. Su gran argumento para justificar las medidas tomadas ha sido la herencia recibida, a día de hoy les dura el hilo de la cinta.

No les bastó con tomar como primera medida una subida de impuestos. Aprobar una reforma laboral que solo beneficia a los empresarios para lucrarse a costa del trabajador. Derogar la reforma del aborto que reconocía el derecho de la mujer a ser dueña de su cuerpo. La derogación de la ley de dependencia, la LOMCE  y tantas otras medidas más unidas al destape de los mayores casos de corrupción en comunidades como Madrid o Valencia.  La nefasta gestión, el castigo a los ciudadanos y las ansias de cambio han dado pie al nacimiento de nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos (C’s).


Ayer se produjo la ruptura en la sucesión del poder protagonizada por PP y PSOE. Podemos y C`s han entrado demostrando que cabe la posibilidad de llenar con nuevos colores el Parlamento. Sin embargo, la misma situación de esperanza lleva a otra de desconcierto. Con la nueva fragmentación de la cámara ninguno de los cuatro partidos obtiene los votos suficientes para poder formar gobierno en solitario, quedando la ciudadanía desprotegida durante un tiempo hasta conocer quién será el elegido. Hoy, 21 de diciembre, el día después del gran cambio nos toca reflexionar si realmente es esto lo que queríamos.