Hoy me parece un día estupendo para abrir un nuevo blog, más
si es mi blog. Ayer, 20 de diciembre, fue un día importante para la democracia en
España. Tuvieron lugar las XI elecciones a las Cortes Generales. Los españoles
tuvimos la llave para cambiar el panorama político del país. Se presentaban
como las elecciones que marcarían un antes y un después.
La historia de España está marcada por el bipartidismo.
Desde 1982, año en que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganaría por
primera vez las elecciones con Felipe González al frente (en 1977 y 1979 Unión
de Centro Democrático de Adolfo Suárez, fue el partido ganador) se han
sucedido los dos partidos mayoritarios en el poder, Partido Popular (PP) y
PSOE.
En 2011 el PP logró obtener la mayoría absoluta. Se
presentaron como la gran solución a la de España que se venía enfrentando desde un par de años
antes a la famosa crisis. José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), predecesor en el
cargo en la anterior legislatura, quiso negar el hecho del comienzo de una crisis a nivel mundial dejándolo
en una falacia y puro catastrofismo. Los populares supieron aprovechar el tirón
de la mala gestión con una agresiva campaña. Ellos iban a ser los salvadores
del país, la solución a todos los males de población la española. Presentaron un programa electoral de ensueño
pero cuando llegaron al poder se desvaneció el humo y mostraron lo que
realmente son. Contra todo pronóstico esperanzador desde 2011 se han vivido los peores cuatro años de la democracia española. Su gran argumento para justificar las
medidas tomadas ha sido la herencia recibida, a día de hoy les dura el hilo de
la cinta.
No les bastó con tomar como primera medida una subida de
impuestos. Aprobar una reforma laboral que solo beneficia a los empresarios
para lucrarse a costa del trabajador. Derogar la reforma del aborto que
reconocía el derecho de la mujer a ser dueña de su cuerpo. La derogación de la
ley de dependencia, la LOMCE y tantas
otras medidas más unidas al destape de los mayores casos de corrupción en
comunidades como Madrid o Valencia. La
nefasta gestión, el castigo a los ciudadanos y las ansias de cambio han dado
pie al nacimiento de nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos (C’s).
Ayer se produjo la ruptura en la sucesión del poder
protagonizada por PP y PSOE. Podemos y C`s han entrado demostrando que cabe la
posibilidad de llenar con nuevos colores el Parlamento. Sin embargo, la misma
situación de esperanza lleva a otra de desconcierto. Con la nueva fragmentación
de la cámara ninguno de los cuatro partidos obtiene los votos suficientes para
poder formar gobierno en solitario, quedando la ciudadanía desprotegida durante
un tiempo hasta conocer quién será el elegido. Hoy, 21 de diciembre, el día
después del gran cambio nos toca reflexionar si realmente es esto lo que
queríamos.
Yo opino que nadie se ha quedado satisfecho, todos iban con intención de gobernar, y cada votante quería que ganara su partido favorito. Dejando la percepción partidista, (de cualquier partido). Lo que sí está claro es que la sociedad española está cansada de ser la gran sufridora de las medidas que han llevado a cabo en los últimos años. Hoy día esta sociedad madura democráticamente lo que quiere es DIALOGO, CONSENSO y que dejen de gobernarlos con las puertas cerradas y de espaldas a esta sociedad. La cuestión que yo me planteo... ¿Serán los partidos políticos lo suficientemente "maduros" para saber cumplir el mandato dado en las urnas o tendrán que dejar que la sociedad tenga que volver a votar en unos meses?
ResponderEliminar... puede que esto no fuera lo que queríamos, pero hemos empezado el camino :)
ResponderEliminarQuizás es el comienzo del camino, un poco más complicado de lo que se esperaba. Esperemos que nuestros dirigentes estén a la altura de las circunstancias y miren por los intereses de la ciudadanía.
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