sábado, 5 de marzo de 2016

Pan y Circo: Congreso de los Diputados

Ayer se celebró el segundo Debate de Investidura en el que Pedro Sánchez obtuvo, de nuevo, una respuesta negativa a su intento por desbloquear la situación política del país y poner en marcha las vías para el cambio. El fracaso en su segundo intento era algo más que sabido gracias a las trabas que Podemos ha puesto desde el primer momento. Pero no fue esto lo que más llamo mi atención en el día de ayer.

Es cierto que el panorama político ha cambiado, los ciudadanos decidimos el 20D que queríamos acabar con el bipartidismo y dar paso a la pluralidad política. Hasta ahí estamos todos de acuerdo, hemos acabado con las mayorías absolutas. Lo que no decidimos los españoles ese día es que el bipartidismo iba a ser sustituido por la política espectáculo, dando lugar a la bochornosa situación vivida ayer durante el debate en el Congreso de los Diputado.

Está bien poner un toque de humor en los discursos para hacerlos más amenos, incluso interesantes, pero eso no quita que se pierdan las formas. Demuestra poco interés por sus electores hablar de temas que nada tienen que ver con política y vendiendo humo, como viene siendo costumbre. Podemos no contentos con poner trabas para formar un gobierno de cambio, le gusta desviar las miradas dando pan y circo. Un discurso vacío con el que demuestran que su objetivo es el poder por el poder. El mensaje está claro, quieren cambiar el fondo y las formas de hacer política.

En mi opinión, nos toman por tontos. Han querido hacerse a la cabeza de las políticas sociales, de las políticas de cambio para España, han hecho creer que son la solución real y, a la hora de la verdad, lo que realmente hacen es tomarnos el pelo con actuaciones de su líder, Pablo Iglesias, como la de ayer. Sinceramente, no creo que sea esto lo que merecemos.  

lunes, 1 de febrero de 2016

Tomar Decisiones

¿Cuándo es motivo suficiente para abrir un expediente a un militante del partido? Es la pregunta que me pasa por la cabeza a raíz de lo sucedido en el pasado Comité Federal del PSOE, el sábado 30 de enero.

El Comité Federal se considera, por los militantes, el mayor órgano de decisión interna. Órgano cerrado donde los líderes y representantes transmiten la opinión de sus federaciones, ha sido traicionado por los mismos con la filtración de sus intervenciones.

Flaco favor hacen al PSOE con dichas filtraciones. Si la situación ya es complicada, los ataques internos la agravan. La posibilidad de alcanzar un pacto para gobernar se ve truncada por la diversidad ideológica de los nuevos partidos políticos y se hace imposible con las negativas de los líderes del partido socialista de avanzar. Negativas que resultan irónicas cuando tras las elecciones municipales y autonómicas, transcurridas en el 2015, la mayor parte de gobiernos se han formado por coaliciones, algunas PSOEPodemos.

Todos hablan, todos opinan, todos ponen pegas pero ninguno propone soluciones. Es preocupante pero aún lo es más que se traicione de una manera tan descarada al partido y a sus militantes. No quieren darse cuenta de que estamos cansados de sus continuos ataques, de sus continuas luchas de poder y de los años que llevan viviendo de espaldas a los problemas reales.

Ha llegado el momento de tomar medidas, de acabar con los que quieren el poder por el poder. Demuestran que la ideología poco pinta en sus decisiones. Se acabó la imposición de candidatos por intereses propios y su sustitución cuando les conviene. Es el momento idóneo para demostrar que la democracia, al menos interna, es posible.


jueves, 28 de enero de 2016

Viejas Glorias

Felipe González, expresidente del Gobierno y exsercretario general, es una figura muy importante en las filas del PSOE. Sus declaraciones y entrevistas son examinadas con lupa, en busca de cualquier palabra malsonante. La última entrevista, publicada por el periódico El País, ha vuelto a traer cola.

En su análisis sobre la decadencia que está viviendo la política española habla de regeneración. La necesidad de un proyecto reformista para retomar el camino del crecimiento y la prosperidad.. Así como la recuperación de los derechos perdidos en los últimos años del gobierno de Rajoy.

El señor González se muestra crítico con las políticas a golpe de decretazo que el PP ha impuesto. La total falta de diálogo, consecuencia de la mayoría absoluta. No olvidemos que los españoles quisimos lo que tenemos.  Y con la falta de responsabilidad de Rajoy cuando rechazó presentarse al primer debate de investidura, dejando en manos de otros una obligación que en primer lugar le corresponde. Sin embargo, ¿cómo puede pedir que ni PP ni PSOE se interpongan a que el otro gobierne?.

Para Felipe González la solución pasa por un gobierno progresista y reformista. Dicho así uno puede pensar que se refiere a una gran coalición de izquierdas, un pacto a la portuguesa como lo denominan. Pero no, no es eso a lo que se refiere. Al hablar de coaliciones no se atreve a mojarse, Baraja todas las opciones sin decantarse por alguna de ellas. La única opción no viable es el pacto entre Podemos y PSOE. La idea del expresidente sobre los podemitas es la de un partido liquidacionista y oportunista. Punto en el que se puede estar de acuerdo con él. Pero entre gobernar con el apoyo de los podemitas o los populares, creo que no hay mucho sobre lo que discutir.

Gobernar con el PP supondría apoyar a la corrupción y la perdida total de votantes, ojo, y militantes por parte del PSOE. Durante cuatro años ha quedado más que demostrada la nula voluntad de los populares de luchar por el crecimiento y bienestar de los ciudadanos. Otra cosa es si hablamos del crecimiento de sus bolsillos, entonces se ponen manos a la obra en el momento.


Por lo tanto, por muy importante que sea la figura de Felipe González, los logros que consiguió y el nivel al que elevó a nuestro país, declaraciones así manchan su trayectoria y dan a pensar que los ideales por los que un día luchó como socialista se han quedado en el camino.  

martes, 26 de enero de 2016

Tiempo de Seísmos

Cabe pensar que seguimos como hace un mes y medio. Sin gobierno y entre tiras y aflojas. Pero la realidad es que no, el panorama está cambiando, bastante rápido. El viernes conocimos varias noticias interesantes. La voluntad de Podemos de pactar con el PSOE y el rechazo de Rajoy de someterse al primer debate de investidura. Seguidas del comunicado oficial de los socialistas desaprobando ambas conductas.

Curiosamente la madrugada del lunes tuvo lugar un seísmo, 6,3 grados en la escala de Ricther, en Melilla, provocando numerosos daños. Se sintió en Andalucía y me atrevería a decir que también se debió sentir el Madrid por los sucesos de la mañana siguiente.

El PP, si eran poco los sonados escándalos de corrupción y los imputados en sus filas, ahora el partido ha sido imputado por financiación ilegal. En Europa estarán preocupados por la formación de gobierno pero si hay algo que realmente tenía que preocuparles, mucho más a los españoles, es que hayan sido el partido más votado después de cuatro años de saqueo y devastación.

Podemos ha sido el otro en sufrir las grietas. Claro que estos vienen sufriéndolas desde hace tiempo. En este caso se remontan a meses antes. Quizás desde el día en que se constituyeron como partido, solo que les pusieron buena silicona para taparlas. Tras fracasar en su intento de constituirse en cuatro grupos en el Congreso de los Diputados. Ada Colau anuncia su proyecto de formar un partido o algo parecido para recuperar en Cataluña. En diferentes agrupaciones dimiten sus dirigentes por discrepancias con el líder, Pablo Iglesias. Compromís y la Marea quieren tener su propio papel protagonista. En definitiva, le crecen los enanos.


Pero a quién le puede extrañar que ocurra cuando han personificado en Pablo Iglesias lo que defendían como el proyecto de las personas. Desde su aparición han utilizado casos mediáticos para ganar protagonismo. No han sabido canalizar el verdadero clamor de la calle, el del cambio real, y no el de pedir cinco sillones para el y los suyos más cercanos, con el cuento de controlar las decisiones y acciones del PSOE. ¿No era eso la vieja política?. La misma en la que ha querido participar y lo ha conseguido.  

domingo, 27 de diciembre de 2015

Falso debate socialista

Cuando nos enfrentamos a la parálisis total del país en uno de sus momentos más complicados, el principal partido de la oposición, PSOE, se dedica de nuevo a mirarse el ombligo. El supuesto motivo que ha desencadenado la crisis interna de los socialistas es su posición a votar en contra de la investidura de Rajoy como presidente y el rechazo a aceptar el requisito de Podemos de un Referéndum en Cataluña para formar un gobierno de izquierdas.

Desde el primer momento Pedro Sánchez, secretario general del PSOE y líder del partido en la oposición, ha manifestado claramente su idea de votar no a la investidura de Rajoy como también ha sido claro con Podemos. Sin embargo desde las filas del partido socialista no han dudado ni un segundo en cuestionar la autoridad del señor Sánchez.

Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, encabeza la negativa que está generando tanta polémica en los medios de comunicación arropada por otros líderes socialistas. La Presidenta ha sido clara y rotunda en sus declaraciones. El problema es que no distan mucho del pensamiento de Pedro Sánchez pero si han dan lugar al debate en uno de los peores momentos para el socialismo español.
El PSOE ha pasado de de 110 escaños a 90, ha perdido votos en todas las Comunidades Autónomos, incluso en la gobernada por Susana Díaz que presume de los buenos resultados en Andalucía. Se enfrentan a dos meses difíciles en cuanto a política de pactos. Para dialogar con Podemos ambas formaciones se van a poner trabas y pactar con el PP supondría la pérdida total de su electorado. A esto se le suma la incertidumbre del qué pasará y si se volverán a repetir las elecciones.


Mientras todo eso fluye en el exterior y la ciudadanía vive preocupada por las consecuencias que pueda tener para su futuro, los socialistas, una vez más, dan la espalda y se encierran en una nueva lucha de poder. En vez de apoyarse mutuamente y dar la imagen de una oposición fuerte con un líder arropado, se cuestionan los unos a los otros. La realidad es que la verdadera preocupación es el aplazamiento del congreso ordinario a la espera de qué va a suceder. Puede parecer lógico pero cuando se está más pendiente de ocupar un nuevo cargo o conservar el que se tiene, las luchas de poder pueden quitar el sueño. 

viernes, 25 de diciembre de 2015

¿Posibles coaliciones o próximas elecciones?

Es época de incertidumbre en el ámbito político. El 20D se produjo un cambio quedando clara la pluralidad en las urnas. Esa misma pluralidad ha llevado al enigma de quién será investido el próximo presidente y ha abierto la llave de los posibles pactos.  La lucha por los votos necesarios para la investidura va a dar mucho de sí.

Son variadas las alternativas para la formación de gobierno. Tres son las que tienen más peso. La primera Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C`s). Un pacto lógico y reconocido por ambas formaciones con la misma ideología política. Hasta pocos días antes de las elecciones Albert Rivera, líder de C´s, negaba lo evidente pero acabó admitiendo que facilitaría la investidura a los populares por el bien del país. El inconveniente es que sumando los escaños de los dos partidos al PP no le llegan los números para llegar a la mayoría. Al quedarse en una mayoría simple necesitan la abstención del segundo partido con mayor número de votos, PSOE.

La segunda alternativa, el pacto entre las formaciones que representan a la izquierda. Éstas son el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Podemos y Unidad Popular (UP),  con ayuda de alguno de los partidos nacionalistas. Sin embargo llegar a un acuerdo entre los tres se está complicando. Podemos ha impuesto una serie de requisitos, medidas tomadas de su programa electoral, para investir al líder de los socialistas, Pedo Sánchez, nuevo presidente de España. El requisito que ha generado toda la polémica es el Referéndum en Cataluña. Como en la pasada legislatura la independencia de Cataluña representa uno de los problemas fundamentales a resolver. Desde las filas del PSOE llueven las críticas y han salido a la luz las primeras voces abogando por su rechazo.

Por último, la tercera opción es el pacto antinatural PP y PSOE. Mariano Rajoy no dudó ni un segundo en pedir coherencia al PSOE a su favor cuando desde el primer momento Sánchez ha dejado clara su postura de votar en contra.



lunes, 21 de diciembre de 2015

Reflexión tras el 20D

Hoy me parece un día estupendo para abrir un nuevo blog, más si es mi blog. Ayer, 20 de diciembre,  fue un día importante para la democracia en España. Tuvieron lugar las XI elecciones a las Cortes Generales. Los españoles tuvimos la llave para cambiar el panorama político del país. Se presentaban como las elecciones que marcarían un antes y un después.

La historia de España está marcada por el bipartidismo. Desde 1982, año en que el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ganaría por primera vez las elecciones con Felipe González al frente (en 1977 y 1979 Unión de Centro Democrático de Adolfo Suárez, fue el partido ganador) se han sucedido los dos partidos mayoritarios en el poder, Partido Popular (PP) y PSOE.

En 2011 el PP logró obtener la mayoría absoluta. Se presentaron como la gran solución a la de España  que se venía enfrentando desde un par de años antes a la famosa crisis. José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), predecesor en el cargo en la anterior legislatura, quiso negar el hecho  del comienzo de una crisis a nivel mundial dejándolo en una falacia y puro catastrofismo. Los populares supieron aprovechar el tirón de la mala gestión con una agresiva campaña. Ellos iban a ser los salvadores del país, la solución a todos los males de población la española.  Presentaron un programa electoral de ensueño pero cuando llegaron al poder se desvaneció el humo y mostraron lo que realmente son. Contra todo pronóstico esperanzador desde 2011 se han vivido los peores cuatro años de la democracia española. Su gran argumento para justificar las medidas tomadas ha sido la herencia recibida, a día de hoy les dura el hilo de la cinta.

No les bastó con tomar como primera medida una subida de impuestos. Aprobar una reforma laboral que solo beneficia a los empresarios para lucrarse a costa del trabajador. Derogar la reforma del aborto que reconocía el derecho de la mujer a ser dueña de su cuerpo. La derogación de la ley de dependencia, la LOMCE  y tantas otras medidas más unidas al destape de los mayores casos de corrupción en comunidades como Madrid o Valencia.  La nefasta gestión, el castigo a los ciudadanos y las ansias de cambio han dado pie al nacimiento de nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos (C’s).


Ayer se produjo la ruptura en la sucesión del poder protagonizada por PP y PSOE. Podemos y C`s han entrado demostrando que cabe la posibilidad de llenar con nuevos colores el Parlamento. Sin embargo, la misma situación de esperanza lleva a otra de desconcierto. Con la nueva fragmentación de la cámara ninguno de los cuatro partidos obtiene los votos suficientes para poder formar gobierno en solitario, quedando la ciudadanía desprotegida durante un tiempo hasta conocer quién será el elegido. Hoy, 21 de diciembre, el día después del gran cambio nos toca reflexionar si realmente es esto lo que queríamos.