Es época de
incertidumbre en el ámbito político. El 20D se produjo un cambio quedando clara
la pluralidad en las urnas. Esa misma pluralidad ha llevado al enigma de quién
será investido el próximo presidente y ha abierto la llave de los posibles
pactos. La lucha por los votos
necesarios para la investidura va a dar mucho de sí.
Son variadas
las alternativas para la formación de gobierno. Tres son las que tienen más
peso. La primera Partido Popular (PP) y Ciudadanos (C`s). Un pacto lógico y reconocido
por ambas formaciones con la misma ideología política. Hasta pocos días antes
de las elecciones Albert Rivera, líder de C´s, negaba lo evidente pero acabó
admitiendo que facilitaría la investidura a los populares por el bien del país.
El inconveniente es que sumando los escaños de los dos partidos al PP no le
llegan los números para llegar a la mayoría. Al quedarse en una mayoría simple
necesitan la abstención del segundo partido con mayor número de votos, PSOE.
La segunda
alternativa, el pacto entre las formaciones que representan a la izquierda. Éstas
son el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Podemos y Unidad Popular (UP),
con ayuda de alguno de los partidos nacionalistas.
Sin embargo llegar a un acuerdo entre los tres se está complicando. Podemos ha
impuesto una serie de requisitos, medidas tomadas de su programa electoral,
para investir al líder de los socialistas, Pedo Sánchez, nuevo presidente de
España. El requisito que ha generado toda la polémica es el Referéndum en
Cataluña. Como en la pasada legislatura la independencia de Cataluña representa
uno de los problemas fundamentales a resolver. Desde las filas del PSOE llueven las críticas y han salido a la luz las primeras voces abogando por su rechazo.
Por último,
la tercera opción es el pacto antinatural PP y PSOE. Mariano Rajoy no dudó ni un
segundo en pedir coherencia al PSOE a su favor cuando desde el primer momento
Sánchez ha dejado clara su postura de votar en contra.
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